Examples of using "Zeitschrift" in a sentence and their spanish translations:
- La revista sale semanalmente.
- La revista se publica semanalmente.
- No me tires esta revista.
- No tire esta revista.
¿Dónde está mi revista?
Traeme la revista.
- Estoy leyendo una revista.
- Leo una revista.
¿Terminaste con esa revista?
¿Quieres leer esta revista?
¿Tiene una revista japonesa?
Mi madre está leyendo una revista.
Dame una revista por favor.
Siempre está leyendo una revista.
Esta revista se publica mensualmente.
La revista se publica semanalmente.
Esa revista no es interesante ni nada por el estilo.
Compré una revista.
¿Cuántos suscriptores tiene esta revista?
¿Por qué no leíste la revista?
en una publicación de gran distribución como esa.
¿Cuándo sale la nueva revista?
Esa revista se publica dos veces al mes.
Esta revista no es por nada interesante.
Es empleado en una revista local.
Le compré una revista a él.
Ella hojeó rápidamente la revista.
- Tengo una revista en mi pieza.
- Tengo una revista en mi cuarto.
¿Por qué no ha leído la revista?
Su historia fue publicada en una revista.
El periódico cuesta menos que el libro.
Dejó la revista sobre la mesa.
En 1968, un periódico muy leído publicó una nueva sección:
Es una locura leer esa revista.
Gracias por comprarme esta revista.
Aquí está la revista que buscabas.
Recorté el artículo de la revista.
- Hay una revista en mi habitación.
- Hay algunas revistas en mi habitación.
¿Ya has recibido la copia para noviembre de la revista Mi Jardín?
¿Puedo ver la revista?
El número más nuevo de la revista sale el próximo lunes.
Estaba sentada en el sofá leyendo una revista.
Me gusta leer la revista "La Ondo de Esperanto".
Ella leía una revista sentada en una silla.
Una de las revistas es para los chicos y la otra para las chicas.
Leí una revista para matar el tiempo.
Se tuvieron que marchar 18 caricaturistas de la revista por un asunto de censura estatal.
Él siempre lee una revista.
No puedo leer esta revista. Es para mujeres.
Lo leí en la revista hace tres días.
Tom leía un periódico mientras esperaba al bus.
No tires esa revista. Todavía no la leí.
Hay una revista en mi habitación.
- Le compré una revista a él.
- Le compré una revista.
La señora hojea una revista, mientras su marido cuenta su dinero.
Ella mató el tiempo leyendo una revista mientras esperaba.
Ella hojeaba una revista mientras esperaba que apareciera su cita.
Un compañero mío de trabajo, oriundo de la India, envió un artículo a una revista científica de Canadá.
Me pareció muy interesante la nueva revista.
Según esta revista, la situación económica en Japón está empeorando año tras año.
El periódico cuesta menos que el libro.
¿Qué tan frecuentemente sale este periódico, y cuánto dinero puedo ahorrar suscribiéndome?
Tom se pasó la mejor parte del día escribiendo un artículo para una revista local.
- Le compré una revista a él.
- Le compré una revista.
¿Cómo puedes leer esa revista? Lo que cuenta no es más que una sarta de mentiras.
A finales de octubre fue arrestado un periodista griego que había publicado en su propio diario los nombres de más de dos mil evasores de impuestos.
No existe tal cosa, en esta etapa de la historia del mundo en los Estados Unidos, algo como prensa independiente. Ustedes lo saben y yo lo sé. No hay uno solo de ustedes que se atreva a escribir sus opiniones honestas y si lo hicieran sabemos de antemano que nunca saldría en la prensa. A mí me pagan cada semana para mantener mis opiniones honestas fuera del periódico con el que tengo relación. A otros de ustedes les pagan salarios similares por cosas similares y cualquiera de ustedes que quisiera ser tan tonto como para escribir opiniones honestas andaría por las calles buscando otro empleo. Si se permitiera que mis opiniones honestas aparecieran en una edición de mis periódicos, antes de veinticuatro horas, mi ocupación ya habría desaparecido. El negocio de los periodistas es destruir la verdad, mentir abiertamente, pervertir, satanizar, haciendo reverencias a los pies de los ricos, y vender a su país y a su raza por su pan de cada día. Ustedes lo saben y yo lo sé, y ¿qué locura es esta de brindar por una prensa independiente? Somos payasos saltarines, ellos mueven los hilos y nosotros bailamos. Nuestros talentos, nuestras posibilidades y nuestras vidas son todas la propiedad de otros hombres. Somos prostitutas intelectuales.