Examples of using "Pflegte" in a sentence and their spanish translations:
Ella cuidó su herida.
Mi padre solía viajar.
Tom solía hacer eso.
Solía leer novelas al azar.
Solía jugar al tenis los domingos.
Tom nunca solía hacer eso.
Tenía la costumbre de siempre decir la verdad.
El teatro solía abrir los domingos.
Ella solía rezar antes de acostarse.
Yo solía dar un paseo antes del desayuno.
Solía jugar al tenis con él los domingos.
Mi padre solía decir que el tiempo es oro.
Mi padre solía viajar.
Roberto solía ayudar a su padre en la tienda los fines de semana.
Solía caminar por el cementerio en mi juventud.
- Mi papá solía decir que el dinero no es todo.
- Mi padre solía decir que el dinero no lo es todo.
Tom solía hacer eso.
En mi infancia yo solía venir aquí, mirar alrededor y pensar.
Tom recordó a los conejos que solía criar.
No hay duda de que Tom solía vivir en Boston.
La pareja no se pelea a menudo estos días, pero solía hacerlo mucho.
Solía jugar al tenis los domingos.
Mi padre siempre decía que el cielo ayuda a quienes se ayudan a sí mismos.
Solía ser un hombre callado.
«Cuando ayuno, ayuno; cuando perdices, perdices», decía Santa Teresa.
Cada mañana, esa mujer solía ir a la playa y correr tres millas.
Mi padre solía decir que el tiempo es oro.
El hijo grosero y arrogante del famoso actor acostumbraba a complacerse burlándose de otras personas.
Ella solía ayudarlo con su tarea.
Socrates decía, "Sé que no sé nada, pero mucha gente no sabe que no saben nada."
Había una vez un hombre lamentable y olvidadizo llamado James que siempre confundía a Mary con María. María le odiaba por eso con todas sus fuerzas.
Cierto hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de salteadores, que lo desnudaron y lo golpearon y se marcharon dejándolo medio muerto. Por casualidad, un sacerdote bajó por aquel camino. Cuando lo vio, se cruzó al otro lado. Del mismo modo, también vino un levita, y cuando llego al lugar, y lo vio, se pasó también al otro lado. Luego, un samaritano que viajaba, llegó al lugar donde él estaba. Cuando lo vio, sé compadeció del hombre, se acercó a él, vendó sus heridas, echando aceite y el vino sobre ellas. Luego, lo puso sobre su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y lo tomó a su cuidado.