Examples of using "Tuntia" in a sentence and their spanish translations:
Esperé tres horas.
- La película duró 2 horas.
- La película duró dos horas.
Un día tiene veinticuatro horas.
Estuve doce horas en el tren.
Tom esperó tres horas.
Dormí doce horas ayer.
Perdí más de tres horas.
- Tendremos que esperar durante tres horas.
- Tendremos que esperar tres horas.
- Me llevó cinco horas terminar el trabajo.
- Tardé cinco horas en terminar el trabajo.
- Me tomó cinco horas para terminar el trabajo.
Ella lo esperó por dos horas.
Tom ha esperado por tres horas.
- Llevo casi media hora esperando.
- Yo he estado esperando por casi media hora.
Me tomó dos horas llegar a Yokohama.
Estamos con tres horas de retraso.
Trabajo ocho horas al día.
Me paso más de dos horas al día en el coche.
Llevan caminando más de cuatro horas.
Me he levantado una hora más temprano de lo usual.
Duermo seis horas por día en promedio.
Tenemos menos de tres horas.
Trabajo tres horas cada domingo por la mañana.
Tardé cinco horas en leer este libro.
Estudio inglés dos horas de media al día.
Tom ya ha estado esperando tres horas.
Nos tomó dos horas llegar a Tokio.
Tom estuvo tocando el piano sin parar durante tres horas.
Necesité tres horas para escribir esta carta.
Anoche Tom durmió solo tres horas.
He esperado dos horas enteras. No puedo esperar más.
- Me tomó más de dos horas traducir unas pocas páginas en inglés.
- Tardé más de 2 horas en traducir unas páginas en inglés.
- La traducción de ese informe al francés llevó más de tres horas.
- Tardé más de tres horas en traducir ese informe al francés.
No creo que pueda pasar seis horas a solas contigo.
Suelo dormir ocho horas.
Él siguió caminando por dos horas.
Va a tomar al menos media hora ir a pie desde aquí hasta la ciudad.
Pasó tres horas inconsciente y sangrando antes de que llegara la ayuda.
Anoche dormí ocho horas.
Tom tiene media hora más de trabajo que hacer antes de que se pueda ir a casa.
- Perdón, pero me he quedado dormido y me retrasaré treinta minutos.
- Disculpe, pero llegaremos treinta minutos tarde, porque nos quedamos dormidos.
No existe tal cosa, en esta etapa de la historia del mundo en los Estados Unidos, algo como prensa independiente. Ustedes lo saben y yo lo sé. No hay uno solo de ustedes que se atreva a escribir sus opiniones honestas y si lo hicieran sabemos de antemano que nunca saldría en la prensa. A mí me pagan cada semana para mantener mis opiniones honestas fuera del periódico con el que tengo relación. A otros de ustedes les pagan salarios similares por cosas similares y cualquiera de ustedes que quisiera ser tan tonto como para escribir opiniones honestas andaría por las calles buscando otro empleo. Si se permitiera que mis opiniones honestas aparecieran en una edición de mis periódicos, antes de veinticuatro horas, mi ocupación ya habría desaparecido. El negocio de los periodistas es destruir la verdad, mentir abiertamente, pervertir, satanizar, haciendo reverencias a los pies de los ricos, y vender a su país y a su raza por su pan de cada día. Ustedes lo saben y yo lo sé, y ¿qué locura es esta de brindar por una prensa independiente? Somos payasos saltarines, ellos mueven los hilos y nosotros bailamos. Nuestros talentos, nuestras posibilidades y nuestras vidas son todas la propiedad de otros hombres. Somos prostitutas intelectuales.