Examples of using "Costas" in a sentence and their spanish translations:
¿Te duele la espalda?
Tengo dolor de espalda.
De acuerdo. Hacia atrás.
ellos toman sus espaldas
- Voltéate.
- Póngase de espalda.
La espalda todavía me duele.
Cuidado con la espalda.
Llevándolo de espaldas, la oruga no se suelta
La espalda me está matando.
La espalda me está matando.
Ella me dio la espalda.
Ella me apuñaló por la espalda.
Juan fue apuñalado por la espalda.
Él estaba tirado de espaldas.
El gato arqueó el lomo.
Tiene comezón en la espalda.
¿Estaba acostado boca arriba?
Siento un dolor en la espalda.
Ella le apuñaló por la espalda.
¡No me des la espalda!
Me duele mucho la espalda.
mantienen sus piojos en la espalda
Él sintió un dolor en su espalda.
Él lleva una bolsa a la espalda.
A Tom le duele la espalda.
No hables de la gente a sus espaldas.
Tengo dolor de espalda.
Tom habló de María a sus espaldas.
Tom está recostado de espalda.
Me acabo de hacer daño en la espalda.
Mi dolor de espalda está empeorando.
Él trató de apuñalarme por la espalda.
Me duele la espalda.
Llevé a la espalda la bolsa pesada.
Ella lleva una mochila a su espalda.
Él dio la espalda a las viejas tradiciones.
Me duele un poco la espalda.
Tengo un fuerte dolor en la espalda.
No me des la espalda; no ahora.
Tom se cayó hacia atrás sobre su silla.
Tom se estaba quejando de dolor de espalda.
- Estaba echado en la playa boca arriba.
- Estaba tendido de espaldas en la playa.
Aquel barco naufragó en las costas de Chile.
No des la espalda a Tom.
- Nunca hables mal de los demás a sus espaldas.
- Nunca critiques a quien no está presente para defenderse.
La gente solía reírse de él a sus espaldas.
Él lleva una bolsa a la espalda.
Tom apuñaló a Mary por la espalda.
¿Cómo podría alguien dispararse en la espalda?
Sentí algo arrastrarse por mi espalda.
Mi madre se está rascando la espalda con una cuchara.
Le pedí que me rascara la espalda.
Ella me está dando la espalda.
No puedo darle la espalda a Tom así nada más.
El comenzó a humillar el hombre a su espalda.
Se cubría la espalda con un manto azul.
No está bien criticar a la gente por la espalda.
Tom murió con un cuchillo clavado a la espalda.
Me dio la espalda cuando más le necesitaba.
si un amigo habla mal a tus espaldas?
No deberías hablar mal de Jack a sus espaldas.
El mundo se apoya en la espalda de una gran tortuga.
Es como si me quitaran un peso de la espalda.
El imbécil cae de espaldas y le pela la nariz.
Me caí por las escaleras y me di un fuerte golpe en la espalda.
No está bien hablar mal de otros a sus espaldas.
No hay que hablar mal de nadie a sus espaldas.
No hay que hablar mal de nadie a sus espaldas.
Él describió el dolor causado en el proceso de tatuarse la espalda.
No me des la espalda, que te estoy hablando.
No está bien hablar mal de alguien a sus espaldas.
algunas orugas todavía producen una secreción azucarada en la espalda como piojos
Tal vez si pudiera ponerse de espaldas, lo montaría, pero
Me caí de las escaleras y me golpeé la espalda muy duro.
Eso es como si la gente hablara mal a tus espaldas.
No te muevas. Hay una araña pollito de 20 centímetros en tu espalda.
Él tiene la costumbre de rascarse la espalda y comerse las uñas.
Me gusta recostarme de espaldas y mirar las nubes pasar.
Usted se queja y se queja de dolor en la espalda, pero nunca va al médico.
- El portero estaba de espaldas a la portería cuando chuté.
- El arquero estaba de espalda al arco cuando yo pateé la pelota.
A pesar de nuestras felicitaciones, frunció el ceño y dio la espalda.
Usted se queja y se queja de dolor en la espalda, pero nunca va al médico.
De alguna manera, logró llegar al lugar menos peligroso: la espalda del tiburón.
El niño comenzó a saltar cerca del dinosaurio, subió sobre su espalda y empezó a gritar.
y hacha, y como era de esperar, todos sus compañeros elegidos, todos sus guardaespaldas,
Su trabajo requiere que él cargue mucho peso, lo que explica muy bien su dolor de espalda.
Con el doble de peso, los cerdos macho son guardaespaldas formidables. No vale la pena arriesgarse.
Avanzaba con firme paso, el rápido arco colgado al hombro y la aljaba llena de flechas a la espalda.
Ante la ridiculez de estos boletines y la banalidad del resto de grandes programas, los valencianos dan la espalda a la televisión.
Todos los días, después de bañarme, me aplico talco desodorante en varias partes del cuerpo: pecho, espalda, nalga, pubis y pies.
Entonces Sem y Jafet tomaron el manto, se lo echaran al hombro los dos, y andando hacia atrás, vueltas las caras, cubrieron la desnudez de su padre, sin verla.
Él dijo: "Trae el manto que tienes encima y sujeta bien." Sujetó ella, y él midió seis medidas de cebada, se las puso a cuestas y luego entró en la ciudad.