Examples of using "Ochtend" in a sentence and their spanish translations:
Desayuno todas las mañanas.
- Ella le saluda cada mañana.
- Ella lo saluda cada mañana.
Fue una mañana perfecta.
- Los pájaros cantan temprano por la manaña.
- Los pájaros cantan temprano por la mañana.
Tom ignoró a Mary toda la mañana.
- Me lavo la cara cada mañana.
- Me lavo la cara todas las mañanas.
Carol se levanta temprano todas las mañanas.
A la mañana siguiente, se había ido.
Mi papá va a trotar todas las mañanas.
Tom sale a caminar cada mañana.
Voy a la escuela cada mañana.
Mucha gente enfrenta las noticias cada mañana
Ella se ducha cada mañana.
Son las dos en punto de la mañana.
Ella se toma una botella de leche cada mañana.
Los veranos me baño todas las mañanas.
De ahora en adelante déjanos estudiar por las mañanas.
Tom se baña todas las mañanas antes del desayuno.
Tom pasó la mañana entera en la sala de interrogación.
- Mi hermana se ducha todas las mañanas.
- Mi hermana se ducha cada mañana.
A la mañana siguiente el muñeco de nieve estaba completamente derretido.
¿Qué haces desde tan temprano?
Ella dijo que se da una ducha todas las mañanas.
Doy de comer a mi gato todas las mañanas y todas las noches.
Bien, creo que está listo para la mañana.
La misión es sobrevivir a este clima brutal hasta mañana,
A la mañana siguiente, Bernadotte hizo retroceder a sus hombres sin órdenes,
La secretaria abrió el correo que había llegado esa mañana.
El primer tren parte a las 4:00 de la mañana.
Y cada mañana, el mismo chico lo derribaba alegremente.
Es costumbre suya siempre ir a pasear temprano por la mañana.
En la enseñanza media, yo me levantaba todas las mañanas a las seis.
Él nació a las siete de la mañana, el 5 de junio de 1970.
Esperamos desde la mañana, pero al fin y al cabo él no vino.
Hubo una época en la que solía correr todas las mañanas.
Lo he estado buscando toda la mañana.
En la mañana de la batalla, el inquieto rey se levantó temprano y le pidió a su poeta Thormod que le
que fue cantado por Bodvar Bjarke en la mañana del último stand de Hing Hrolf, que ya hemos
Aún no eran las ocho de la mañana cuando alguien golpeó a la puerta y llamó mi nombre.