Examples of using "Shalt" in a sentence and their spanish translations:
No matarás.
Nunca mentirás, y te mantendrás fiel a tu palabra prometida.
No matarás.
No tendrás otros dioses fuera de mí.
No robarás.
Y Dios impuso al hombre este mandamiento: "De cualquier árbol del jardín puedes comer, mas del árbol de la ciencia del bien e del mal no comerás, porque el día que comieres de él, morirás sin remedio."
Haces al arca una cubierta y a un codo la rematarás por encima, pones la puerta del arca en su costado, y haces un primer piso, un segundo y un tercero.
No darás testimonio falso contra tu prójimo.
Ella le dijo: "Haré todo lo que dices."
Mas todo primer nacido del asno rescatarás con un cordero; y si no lo rescatas, lo desnucarás. Rescatarás también todo primogénito de entre tus hijos.
Porque polvo eres y en polvo te convertirás.
No cometerás adulterio.
Éstas son las leyes que les expondrás:
Hazte un arca de maderas resinosas. Haces el arca de cañizo y la calafateas por dentro y por fuera con betún.
"Aunque labres el suelo, no te dará más su fruto. Vagabundo y errante serás en la tierra."
Hombre, conócete a ti mismo; entonces conocerás el Universo y Dios.
Dios le respondió: "Yo estaré contigo y ésta será la señal de que yo te envío: Cuando hayas sacado al pueblo de Egipto daréis culto a Dios en este monte."
"Toma este cayado en tu mano, porque con él has de hacer los prodigios."
Guardarás este precepto, año tras año, a su debido tiempo.
"Tú mismo procúrate toda suerte de víveres y hazte acopio para que os sirvan de comida a ti y a ellos."
Si haces esto, Dios te comunicará sus órdenes, tú podrás resistir, y todo el pueblo podrá volver a su casa en paz.
Y el faraón dijo a Moisés: "Lárgate y no vuelvas a presentarte ante mí, pues si te vuelvo a ver por aquí, morirás."
No codiciarás la casa de tu prójimo, ni codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo.
"Espinas y abrojos te producirá, y comerás la hierba del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas al suelo, pues de él fuiste tomado. Porque eres polvo y al polvo tornarás."
Observad todo esto como ley perpetua para vosotros y para vuestros hijos.
Tampoco subirás por gradas a mi altar, para que no se descubra tu desnudez sobre él.
No cometerás adulterio.
"¿No es cierto que si obras bien podrás alzarlo? Mas, si no obras bien, a la puerta está el pecado acechando como fiera que te codicia, y a quien tienes que dominar."
Seis días trabajarás y harás todos tus trabajos, pero el día séptimo es día de descanso en honor de Yahvé, tu Dios. No harás ningún trabajo, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu ganado, ni el forastero que habita en tu ciudad.
A la mujer le dijo: "Tantas haré tus fatigas cuantos sean tus embarazos: con dolor parirás los hijos. Hacia tu marido irá tu apetencia, y él te dominará."
Siempre y en cualquier lugar, serás el campeón de lo justo y del bien contra la injusticia y el mal.
"Así pues, vete, que yo estaré en tu boca y te enseñaré lo que debes decir."
Cuando Yahvé te haya introducido en la tierra de los cananeos, como juró a ti y a tus padres, y te la haya dado, consagrarás a Yahvé todo primogénito. Todo primer nacido de tu ganado, si es macho, pertenece a Yahvé.
Durante siete días comerás ázimos y el día séptimo será fiesta en honor de Yahvé.
Entonces Dios dijo a la serpiente: "Por haber hecho esto, maldita seas entre todas las bestias y entre todos los animales del campo. Sobre tu vientre caminarás, y polvo comerás todos los días de tu vida."
"Cuando se acueste, mira el lugar en que se haya acostado, vas, descubres un sitio a sus pies y te acuestas; y él mismo te indicará lo que debes hacer."
Señala un límite alrededor del monte, y di: Guardaos de subir al monte o de tocar su falda. Quien toque el monte morirá.
Ama a tu prójimo como a ti mismo.
"De ti haré una nación grande y te bendiceré. Engrandeceré tu nombre; y sé tú una bendición."
"Porque si yo hubiera extendido mi mano y te hubiera herido con peste a ti y a tu pueblo, ahora ya habrías desaparecido de la tierra."
"Preséntate al faraón por la mañana, cuando vaya hacia el Río. Espéralo a la orilla del Río, llevando en tu mano el cayado que se convirtió en serpiente. Y le dirás: Yahvé, el Dios de los hebreos, me ha enviado a ti para decirte: 'Deja partir a mi pueblo, para que me den culto en el desierto'; pero hasta ahora no has hecho caso."
"Pues bien: maldito seas, lejos de este suelo que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano."
"Ellos te harán caso, y tú irás con los ancianos de Israel donde el rey de Egipto y le diréis: 'Yahvé, el Dios de los hebreos, se nos ha aparecido; y ahora tenemos que hacer un viaje durante tres días por el desierto, para ofrecer sacrificios a Yahvé, nuestro Dios.'"
Ese día explicarás a tu hijo: Esto es por lo que Yahvé hizo por mí cuando salí de Egipto.
"Seréis para mí un reino de sacerdotes y una nación santa." Éstas son las palabras que has de decir a los israelitas.
"Habla al pueblo y que cada hombre pida a su vecino, y cada mujer a su vecina, objetos de plata y objetos de oro."
Yahvé dijo a Moisés: Así dirás a los israelitas: Vosotros mismos habéis visto que os he hablado desde el cielo.
Dijo Dios a Moisés: "Yo soy el que soy." Y añadió: "Así dirás a los israelitas: 'Yo soy' me ha enviado a vosotros."
"Él hablará por ti al pueblo, él será tu boca y tú serás su dios."
En cambio, si alguien se excita contra su prójimo y lo mata con alevosía, lo arrancarás de mi altar para matarlo.
"Enemistad pondré entre ti y la mujer, entre tu linaje y su linaje: él te pisará la cabeza mientras acechas tú su cancañar."
Así es como la harás: longitud del arca, trescientos codos; su anchura, cincuenta codos; y su altura, treinta codos.
"Pero contigo estableceré mi alianza: Entrarás en el arca tú y tus hijos, tu mujer y las mujeres de tus hijos contigo."
"Y de todo ser viviente meterás en el arca una pareja para que sobrevivan contigo. Serán macho y hembra."
Si me construyes un altar de piedra, no lo edificarás con sillares, porque al labrarlas con el escoplo las profanarías.
No pronunciarás el nombre de Yahvé, tu Dios, en falso; porque Yahvé no dejará sin castigo a quien pronuncie su nombre en falso.
"Y ahora, hija mía, no temas; haré por ti cuanto me digas, porque toda la gente de mi pueblo sabe que eres una mujer virtuosa."
Lo introduces y lo plantas en el monte de tu heredad, lugar que preparaste para tu morada, Yahvé, santuario, Adonay, que fundaron tus manos.
Soy el Monstruo del Espagueti Volante. No adorarás a otros monstruos antes que a Mí. (Después está bien, sólo usa protección). ¡El único monstruo que merece ir con mayúscula soy Yo! Los otros monstruos son monstruos falsos, que no merecen ir con mayúscula.
Yahvé dijo a Moisés: "Levántate de madrugada mañana, preséntate al faraón y dile: Así dice Yahvé, el Dios de los hebreos: 'Deja salir a mi pueblo para que me dé culto.'"
"Yo estaré allí ante ti, junto a la roca del Horeb; golpea la roca y saldrá agua para que beba el pueblo." Moisés lo hizo así a la vista de los ancianos de Israel.
No te harás escultura ni imagen alguna de lo que hay arriba en los cielos, abajo en la tierra o en las aguas debajo de la tierra.
Yahvé dijo a Moisés y a Aarón: "Cuando el faraón os pida algún prodigio, dirás a Aarón: "Toma tu cayado y tíralo delante del faraón, y se convertirá en serpiente."
Yahvé dijo a Moisés: "Levántate pronto mañana, preséntate al faraón cuando vaya hacia el río y dile: Así dice Yahvé: 'Deja salir a mi pueblo, para que me dé culto.'"
Yahvé respondió a Moisés: "Ahora verás lo que voy a hacer con el faraón; cuando sienta una mano férrea los dejará partir, los expulsará de su país."
"Así dice Yahvé: En esto conocerás que yo soy Yahvé: Con el cayado que tengo en la mano, golpearé las aguas del Río y se convertirán en sangre."
Yahvé le dijo: Anda, baja, y luego subes con Aarón; pero los sacerdotes y el pueblo no traspasarán las lindes para subir hacia Yahvé, a fin de que no irrumpa contra ellos.
"Y dirás al faraón: Así dice Yahvé: Mi hijo primogénito es Israel. Por eso, Yo te digo: 'Deja salir a mi hijo para que me dé culto.' Si te niegas a dejarle salir, yo daré muerte a tu hijo primogénito."
Al hombre le dijo: "Por haber escuchado la voz de tu mujer y comido del árbol del que yo the había prohibido comer, maldito sea el suelo por tu causa: con fatiga sacarás de él el alimento todos los días de tu vida."
No te postrarás ante ellas ni les darás culto, porque yo Yahvé, tu Dios, soy un Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me odian, pero tengo misericordia por mil generaciones con los que me aman y guardan mis mandamientos.
Siguió Dios diciendo a Moisés: "Así dirás a los israelitas: Yahvé, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Éste es mi nombre para siempre, por él seré recordado generación tras generación."
"Pero exceptuaré ese día la región de Gosen, donde habita mi pueblo, para que no haya allí tábanos, a fin de que sepas que yo soy Yahvé en medio del país: haré distinción entre mi pueblo y el tuyo. Este signo sucederá manãna."
"Vete, reúne a los ancianos de Israel y diles: 'Yahvé, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob, se me apareció y me dijo: Yo os he visitado y me he dado cuenta de lo que os han hecho en Egipto."
Pasaron siete días desde que Yahvé golpeó el Río. Yahvé dijo a Moisés: "Preséntate al faraón y dile: Así dice Yahvé: 'Deja salir a mi pueblo para que me dé culto.' Si te niegas a dejarlo salir, infestaré de ranas todo tu país."
Moisés replicó: "Tienes que dejarnos llevar también reses para ofrecer sacrificios y holocaustos a Yahvé, nuestro Dios. Nuestro ganado vendrá también con nosotros. No quedará ni una res, porque de él hemos de tomar para dar culto a Yahvé, nuestro Dios. Aún no sabemos qué vamos a ofrecer a Yahvé hasta que lleguemos allá."
Cuando Yahvé te haya introducido en la tierra de los cananeos, de los hititas, de los amorreos, de los jivitas y de los jebuseos, que juró a tus padres darte, tierra que mana leche y miel, en este mes celebrarás el siguiente rito.
Moisés subió al monte de Dios y Yahvé lo llamó desde el monte, y le dijo: Habla así a la casa de Jacob y anuncia esto a los hijos de Israel: "Vosotros habéis visto lo que he hecho con los egipcios, y como os he llevado sobre alas de águila y os he traído a mí."
Y cuando el día de mañana te pregunte tu hijo: "¿Qué significa esto?", le dirás: "Con mano fuerte nos sacó Yahvé de Egipto, de la esclavitud. Como el faraón se obstinó en no dejarnos salir, Yahvé mató a todos los primogénitos en el país de Egipto, desde el primogénito del hombre hasta el primogénito del ganado. Por eso yo sacrifico a Yahvé todo primogénito macho del ganado y rescato todo primogénito de mis hijos."