Examples of using "Egípcios" in a sentence and their spanish translations:
los antiguos egipcios sabían el número pi
Los gatos fueron domesticados por los egipcios.
entonces los antiguos egipcios usaban electricidad
¿Por qué a los antiguos egipcios les gustaban tanto las joyas?
Los antiguos egipcios eran genialmente sabios y crearon una civilización.
Los egipcios creían que el Sol nació de un huevo.
El papel no fue inventado por los chinos, sino por los egipcios.
Yahvé hizo que el pueblo se ganara el favor de los egipcios, que accedieron a su petición. Así despojaron a los egipcios.
o los antiguos egipcios nos adelantaban como tecnología o los extraterrestres
Aquel día salvó Yahvé a Israel del poder de los egipcios.
pero el mortero usado por los antiguos egipcios puede transportar millones de toneladas de peso
es decir, los antiguos egipcios usaban el número pi hace 4 mil años.
pero si no es una coincidencia, algo les sucedió a los egipcios y la tecnología desapareció
La piedra Rosetta fue un elemento crucial para descifrar los jeroglíficos egipcios.
Los egipcios fueron uno de los primeros pueblos en utilizar el papiro para sus escritos.
¿No te dijimos en Egipto: Déjanos en paz, serviremos a los egipcios, pues más nos vale servir a los egipcios que morir en el desierto?
Efectivamente, cuando Abrán entró en Egipto, vieron los egipcios que la mujer era muy hermosa.
Así pues, el clamor de los israelitas ha llegado hasta mí y he visto la opresión con que los egipcios los afligen.
Ni siquiera los magos pudieron permanecer ante Moisés a causa de las úlceras; pues las úlceras afectaron a los magos como a todos los demás egipcios.
Y dijo: ¡Bendito sea Yahvé, que os ha librado de la mano de los egipcios y de la mano del faraón y ha salvado al pueblo del poder de los egipcios!
Se dice que los chinos inventaron el papel, pero los egipcios ya utilizaban algo parecido milenios antes: el papiro.
Los israelitas actuaron conforme a la palabra de Moisés y pidieron a los egipcios objetos de plata, objetos de oro y vestidos.
El sheikh Mohammad está usando el mismo método que usaron los antiguos Egipcios para construir las pirámides en versión moderna.
Jetró se alegró de todo el bien que Yahvé había hecho a Israel, librándolo de la mano de los egipcios.
Los egipcios presionaban al pueblo para que saliese rápidamente del país, pues decían: Vamos a morir todos.
Todos los egipcios tuvieron que cavar en los alrededores del Río en busca de agua potable, porque no podían beber las aguas del Río.
Los egipcios los persiguieron y entraron tras ellos, en medio del mar, con todos los caballos del faraón, sus carros y sus jinetes.
"Los peces del Río morirán, el Río quedará apestado y los egipcios no podrán beber agua del Río."
Al día siguiente cumplió Yahvé su palabra y murió todo el ganado de Egipto; mas del ganado de los israelitas no murió ni una res.
Y los egipcios sabrán que yo soy Yahvé, cuando muestre mi gloria sobre el faraón, sus carros y sus jinetes.
Pero cuanto más los oprimían, tanto más se multiplicaban y crecían, de modo que los egipcios llegaron a temer a los israelitas.
"Pero Yahvé distinguirá entre el ganado de Israel y el ganado de Egipto; no perecerá nada de cuanto pertenece a Israel."
Entonces, les impusieron capataces para oprimirlos con duros trabajos; y así edificaron para el faraón las ciudades de depósito: Pitom y Ramsés.
Yahvé dijo a Moisés: Extiende tu mano sobre el mar, y las aguas retornarán sobre los egipcios, sus carros y sus jinetes.
El ángel de Dios, que iba delante del ejército de Israel, se desplazó y pasó a su retaguarda. La columna de nube, que iba delante de ellos, se desplazó y se colocó detrás, metiéndose entre el campamento de los egipcios y el campamento de los israelitas. La nube era tenebrosa y transcurrió la noche sin que pudieran acercarse unos a otros en toda la noche.
Yahvé hizo que el pueblo se ganase el favor de los egipcios. Moisés gozaba de gran consideración en el país de Egipto a los ojos de los servidores del faraón y a los ojos del pueblo.
"Pero entre los israelitas no ladrará ni un perro, ni a los hombres ni a las bestias, para que sepáis que Yahvé distingue entre Egipto e Israel."
Yahvé pasará para herir a los egipcios, pero al ver la sangre en el dintel y en las dos jambas, Yahvé pasará de largo por aquella puerta y no permitirá al Exterminador entrar en vuestras casas para herir.
Moisés respondió al pueblo: No temáis; estad firmes, y veréis la salvación que Yahvé os otorgará en este día, pues los egipcios que ahora veis, no los volveréis a ver nunca jamás.
Moisés extendió su mano sobre el mar y, al rayar el alba, el mar volvió a su lugar habitual, de modo que los egipcios, en su huida, toparon con él. Así precipitó Yahvé a los egipcios en medio del mar.
Esa noche yo pasaré por el país de Egipto y mataré a todos los primogénitos del país de Egipto, de los hombres y de los animales, y haré justicia con todos los dioses de Egipto. Yo, Yahvé.
Yo haré que los egipcios se obstinen y entren detrás de vosotros y mostraré mi gloria sobre el faraón y todo su ejército, sus carros y sus jinetes.
Enredó las ruedas de sus carros, que a duras penas podían avanzar. Entonces los egipcios dijeron: Huyamos ante Israel, porque Yahvé pelea por ellos contra Egipto.
"Si no dejas salir a mi Pueblo, enviaré tábanos contra ti, contra tus siervos, tu pueblo y tus casas. Las casas de los egipcios y las tierras onde habitan se llenarán de tábanos."
Moisés respondió: "No conviene que se haga así, porque el sacrificio que ofrecemos a Yahvé, nuestro Dio, es abominación para los egipcios. Si los egipcios nos vieran ofrecer un sacrificio que para ellos es abominable, ¿no nos lapidarían?"
Yo haré que el faraón se obstine y os persiga; entonces manifestaré mi gloria sobre el faraón y sobre todo su ejército, y sabrán los egipcios que yo soy Yahvé.
E Israel vio a los egipcios muertos a orillas del mar. Vio, pues, Israel la mano potente que Yahvé había desplegado contra los egipcios, temió el pueblo a Yahvé, y creyó en Yahvé y en Moisés, su siervo.
Cuando los caballos del faraón, con sus carros y sus jinetes, entraron en el mar, Yahvé hizo que las aguas del mar volvieran sobre ellos; en cambio, los israelitas pasaron en seco por medio del mar.
Aquella noche se levantó el faraón, sus servidores y todos los egipcios, y hubo grandes alaridos en Egipto, porque no había casa donde no hubiese un muerto.
Estando ya próximo a entrar en Egipto, dijo a su mujer Saray: "Mira, yo sé que eres mujer hermosa. En cuanto te vean los egipcios, dirán: 'Es su mujer', y me matarán a mí, y a ti dejarán viva."
Los egipcios esclavizaron brutalmente a los israelitas, y les amargaron la vida con dura servidumbre, con los trabajos del barro, de los ladrillos, del campo y con toda clase de servidumbre. Los esclavizaron brutalmente.
Cocieron la masa que habían sacado de Egipto en panes ázimos, pues aún no había fermentado. Cuando fueron expulsados de Egipto no pudieron detenerse ni hacerse con provisiones para el camino.
Y conozco sus sufrimientos. He bajado para librarlo de la mano de los egipcios y para subirlo de esta tierra a una tierra buena y espaciosa; a una tierra que mana leche y miel, al país de los cananeos, de los hititas, de los amorreos, de los perizitas, de los jivitas y de los jebuseos.
Y entraron en la tienda. Moisés contó a su suegro todo lo que Yahvé había hecho al faraón y a los egipcios, en favor de Israel, y todas las dificultades encontradas en el camino, y cómo Yahvé les había librado de ellos.
Al acercarse el faraón, los israelitas alzaron sus ojos, y viendo que los egipcios marchaban tras ellos, temieron mucho los israelitas y clamaron a Yahvé. Y dijeron a Moisés: ¿Acaso no había sepulturas en Egipto para que nos hayas traído a morir en el desierto? ¿Qué has hecho con nosotros sacándonos de Egipto?
"Llenarán tus casas, las casas de tus siervos y todas las casas de Egipto. Ni tus padres ni tus abuelos vieron nunca una cosa así desde que habitan en la tierra hoy." Moisés se retiró y salió de la presencia del faraón.
"Haré que este pueblo obtenga favor de los egipcios, de modo que cuando partáis, no salgáis con las manos vacías, sino que cada mujer pedirá a su vecina y a la dueña de su casa objetos de plata, objetos de oro y vestidos, que pondréis a vuestros hijos y a vuestras hijas, y así despojaréis a los egipcios."
Yahvé dijo a Moisés: "Preséntate al faraón, porque yo le he hecho obcecarse a él y a sus siervos, para realizar mis signos en medio de ellos; y para que puedas contar a tu hijo y a tu nieto cómo manejé a Egipto y los signos que realicé en medio de ellos. Así sabréis que yo soy Yahvé."
Moisés subió al monte de Dios y Yahvé lo llamó desde el monte, y le dijo: Habla así a la casa de Jacob y anuncia esto a los hijos de Israel: "Vosotros habéis visto lo que he hecho con los egipcios, y como os he llevado sobre alas de águila y os he traído a mí."
Allí le dio decretos y normas y lo puso a prueba. Y dijo: Si escuchas atentamente la voz de Yahvé, tu Dios, y haces lo recto a sus ojos, y obedeces sus mandatos y guardas todos sus preceptos, no te afligiré con ninguna de las plagas con que afligí a los egipcios; porque yo soy Yahvé, el que te sana.