Examples of using "Ouvidos" in a sentence and their spanish translations:
se han escuchado.
- Las paredes oyen.
- Las paredes tienen oídos.
Aguzó el oído.
Soy todo oídos.
Era todo oídos.
Nadie me escucha.
Aguzó el oído.
- Las paredes oyen.
- Las paredes tienen oídos.
- Hay paredes indiscretas.
Las paredes oyen.
El vientre no tiene oídos.
Incluso las paredes tienen oídos.
No la escuches.
Tengo los oídos tapados.
- Se deben escuchar ambos lados antes de juzgar.
- Uno debe escuchar ambos lados antes de juzgar.
No escuches al hombre.
«¿Quieres saber cómo lo hizo?» «Soy todo oídos.»
Él se hizo el sordo a sus quejas.
En dictadura, los muros tienen oídos.
Si no querés escuchar, tapate los oídos.
Las paredes tienen orejas, las puertas tienen ojos.
¿Las hormigas tienen orejas?
Algunos programas también se pueden escuchar por Internet.
Su voz aún suena en mis oídos.
Cuanto más hablas, menos se te escucha.
Vemos con los ojos y oímos con los oídos.
Si le hubiera hecho caso, nada de eso hubiera pasado.
Estábamos todos atentos cuando empezó a contarnos su secreto.
Los ojos creen en sí mismos, los oídos en otras personas.
Cuéntamelo, soy todo oídos.
Ten cuidado con lo que dices, Andrea; las paredes tienen oídos.
- La música no es una lengua, pero algunas lenguas son música para mis oídos.
- La música no es un idioma, pero algunos idiomas son música para mis oídos.
"¿Estás seguro de que quieres que te lo diga?" "¡Por favor, soy todo oídos!"
Nadie me escucha.
El calumniador tiene el diablo en la lengua, y los que oyen tienen el diablo en los oídos.
Solo tengo una boca, pero tengo dos oídos.
Me acuerdo con detalles del día en que la bomba explotó: Los vidrios se cayeron y el ruido ensordeció temporalmente nuestros oídos.
Pero Yahvé hizo que el faraón se obstinase y no les hiciera caso, tal como Yahvé había dicho a Moisés.
David tiene un apasionado interés por la estética - las cualidades en un cuadro, una escultura, una composición musical o un poema que la hacen agradables al ojo, al oído o a la mente.
Aquellos que anuncian que luchan en favor de Dios son siempre los hombres menos pacíficos de la Tierra. Como creen percibir mensajes celestiales, tienen sordos los oídos para toda palabra de humanidad.
Pero como viera el faraón que le daban un respiro, se obstinó y no les hizo caso, tal como había predicho Yahvé.
¿Cómo es posible que un ser con joyas tan sensibles como los ojos, esos instrumentos musicales encantados como los oídos, y tal arabesco fabuloso de los nervios como el cerebro puede experimentar en sí mismo nada menos que un dios?
Al hombre le dijo: "Por haber escuchado la voz de tu mujer y comido del árbol del que yo the había prohibido comer, maldito sea el suelo por tu causa: con fatiga sacarás de él el alimento todos los días de tu vida."