Examples of using "Egyptians" in a sentence and their spanish translations:
los antiguos egipcios sabían el número pi
Los gatos fueron domesticados por los egipcios.
entonces los antiguos egipcios usaban electricidad
Los griegos, egipcios, fenicios y cartagineses descubrieron Europa.
¿Por qué a los antiguos egipcios les gustaban tanto las joyas?
Yahvé hizo que el pueblo se ganara el favor de los egipcios, que accedieron a su petición. Así despojaron a los egipcios.
o los antiguos egipcios nos adelantaban como tecnología o los extraterrestres
es decir, los antiguos egipcios usaban el número pi hace 4 mil años.
Los antiguos egipcios creían que el Sol era el ojo del dios Ra.
pero el mortero usado por los antiguos egipcios puede transportar millones de toneladas de peso
Aquel día salvó Yahvé a Israel del poder de los egipcios.
pero si no es una coincidencia, algo les sucedió a los egipcios y la tecnología desapareció
Efectivamente, cuando Abrán entró en Egipto, vieron los egipcios que la mujer era muy hermosa.
Moisés respondió: "No conviene que se haga así, porque el sacrificio que ofrecemos a Yahvé, nuestro Dio, es abominación para los egipcios. Si los egipcios nos vieran ofrecer un sacrificio que para ellos es abominable, ¿no nos lapidarían?"
Los egipcios presionaban al pueblo para que saliese rápidamente del país, pues decían: Vamos a morir todos.
¿De qué estaban hechas las bolas? Hace miles de años, los egipcios hacían bolas de piel blanda o tela.
Los egipcios los persiguieron y entraron tras ellos, en medio del mar, con todos los caballos del faraón, sus carros y sus jinetes.
Todos los egipcios tuvieron que cavar en los alrededores del Río en busca de agua potable, porque no podían beber las aguas del Río.
Así pues, el clamor de los israelitas ha llegado hasta mí y he visto la opresión con que los egipcios los afligen.
Los israelitas actuaron conforme a la palabra de Moisés y pidieron a los egipcios objetos de plata, objetos de oro y vestidos.
Y los egipcios sabrán que yo soy Yahvé, cuando muestre mi gloria sobre el faraón, sus carros y sus jinetes.
Yahvé dijo a Moisés: Extiende tu mano sobre el mar, y las aguas retornarán sobre los egipcios, sus carros y sus jinetes.
Jetró se alegró de todo el bien que Yahvé había hecho a Israel, librándolo de la mano de los egipcios.
Pero los magos de Egipto hicieron lo mismo con sus encantamientos, y el corazón del faraón se obstinó y no les hizo caso, tal como había dicho Yahvé.
"Los peces del Río morirán, el Río quedará apestado y los egipcios no podrán beber agua del Río."
Al día siguiente cumplió Yahvé su palabra y murió todo el ganado de Egipto; mas del ganado de los israelitas no murió ni una res.
Enredó las ruedas de sus carros, que a duras penas podían avanzar. Entonces los egipcios dijeron: Huyamos ante Israel, porque Yahvé pelea por ellos contra Egipto.
Yo haré que los egipcios se obstinen y entren detrás de vosotros y mostraré mi gloria sobre el faraón y todo su ejército, sus carros y sus jinetes.
Yo haré que el faraón se obstine y os persiga; entonces manifestaré mi gloria sobre el faraón y sobre todo su ejército, y sabrán los egipcios que yo soy Yahvé.
Los peces del Río murieron, el Río quedó apestado y los egipcios no podían beber el agua del Río; hubo sangre en todo el país de Egipto.
"Pero Yahvé distinguirá entre el ganado de Israel y el ganado de Egipto; no perecerá nada de cuanto pertenece a Israel."
Los egipcios los persiguieron con los caballos, los carros del faraón, sus jinetes y su ejército; y los alcanzaron cuando acampaban junto al mar, cerca de Pi Hajirot, frente a Baal Safón.
¿No te dijimos en Egipto: Déjanos en paz, serviremos a los egipcios, pues más nos vale servir a los egipcios que morir en el desierto?
E Israel vio a los egipcios muertos a orillas del mar. Vio, pues, Israel la mano potente que Yahvé había desplegado contra los egipcios, temió el pueblo a Yahvé, y creyó en Yahvé y en Moisés, su siervo.
"Pero entre los israelitas no ladrará ni un perro, ni a los hombres ni a las bestias, para que sepáis que Yahvé distingue entre Egipto e Israel."
Moisés respondió al pueblo: No temáis; estad firmes, y veréis la salvación que Yahvé os otorgará en este día, pues los egipcios que ahora veis, no los volveréis a ver nunca jamás.
Yahvé hizo que el pueblo se ganase el favor de los egipcios. Moisés gozaba de gran consideración en el país de Egipto a los ojos de los servidores del faraón y a los ojos del pueblo.
Los egipcios esclavizaron brutalmente a los israelitas, y les amargaron la vida con dura servidumbre, con los trabajos del barro, de los ladrillos, del campo y con toda clase de servidumbre. Los esclavizaron brutalmente.
Y entraron en la tienda. Moisés contó a su suegro todo lo que Yahvé había hecho al faraón y a los egipcios, en favor de Israel, y todas las dificultades encontradas en el camino, y cómo Yahvé les había librado de ellos.
Estando ya próximo a entrar en Egipto, dijo a su mujer Saray: "Mira, yo sé que eres mujer hermosa. En cuanto te vean los egipcios, dirán: 'Es su mujer', y me matarán a mí, y a ti dejarán viva."
Yahvé pasará para herir a los egipcios, pero al ver la sangre en el dintel y en las dos jambas, Yahvé pasará de largo por aquella puerta y no permitirá al Exterminador entrar en vuestras casas para herir.
Moisés extendió su mano sobre el mar y, al rayar el alba, el mar volvió a su lugar habitual, de modo que los egipcios, en su huida, toparon con él. Así precipitó Yahvé a los egipcios en medio del mar.
"Si no dejas salir a mi Pueblo, enviaré tábanos contra ti, contra tus siervos, tu pueblo y tus casas. Las casas de los egipcios y las tierras onde habitan se llenarán de tábanos."
Cocieron la masa que habían sacado de Egipto en panes ázimos, pues aún no había fermentado. Cuando fueron expulsados de Egipto no pudieron detenerse ni hacerse con provisiones para el camino.
Ellos lo hicieron así. Cuando anunciaron al rey de Egipto que el pueblo había huído, el faraón y sus servidores cambiaron de parecer sobre el pueblo y dijeron: "¿Qué es lo que hemos hecho? Hemos dejado marchar a Israel de nuestra servidumbre."
"Llenarán tus casas, las casas de tus siervos y todas las casas de Egipto. Ni tus padres ni tus abuelos vieron nunca una cosa así desde que habitan en la tierra hoy." Moisés se retiró y salió de la presencia del faraón.
Moisés dijo: "Así dice Yahvé: A media noche yo pasaré por en medio de Egipto. Morirán en el país de Egipto todos los primogénitos: desde el primogénito del faraón, que se sienta en su trono, hasta el primogénito de la esclava, que se ocupa del molino, y todos los primogénitos del ganado."
Y conozco sus sufrimientos. He bajado para librarlo de la mano de los egipcios y para subirlo de esta tierra a una tierra buena y espaciosa; a una tierra que mana leche y miel, al país de los cananeos, de los hititas, de los amorreos, de los perizitas, de los jivitas y de los jebuseos.
Y cuando vuestros hijos os pregunten: "¿Qué significa este rito para vosotros?", responderéis: "Es el sacrificio de la Pascua de Yahvé, que pasó de largo por las casas de los israelitas en Egipto hiriendo a los egipcios y preservando nuestras casas." Entonces el pueblo se inclinó y se postró.
Moisés subió al monte de Dios y Yahvé lo llamó desde el monte, y le dijo: Habla así a la casa de Jacob y anuncia esto a los hijos de Israel: "Vosotros habéis visto lo que he hecho con los egipcios, y como os he llevado sobre alas de águila y os he traído a mí."
"Haré que este pueblo obtenga favor de los egipcios, de modo que cuando partáis, no salgáis con las manos vacías, sino que cada mujer pedirá a su vecina y a la dueña de su casa objetos de plata, objetos de oro y vestidos, que pondréis a vuestros hijos y a vuestras hijas, y así despojaréis a los egipcios."
Al acercarse el faraón, los israelitas alzaron sus ojos, y viendo que los egipcios marchaban tras ellos, temieron mucho los israelitas y clamaron a Yahvé. Y dijeron a Moisés: ¿Acaso no había sepulturas en Egipto para que nos hayas traído a morir en el desierto? ¿Qué has hecho con nosotros sacándonos de Egipto?
El ángel de Dios, que iba delante del ejército de Israel, se desplazó y pasó a su retaguarda. La columna de nube, que iba delante de ellos, se desplazó y se colocó detrás, metiéndose entre el campamento de los egipcios y el campamento de los israelitas. La nube era tenebrosa y transcurrió la noche sin que pudieran acercarse unos a otros en toda la noche.
Yahvé dijo a Moisés: "Preséntate al faraón, porque yo le he hecho obcecarse a él y a sus siervos, para realizar mis signos en medio de ellos; y para que puedas contar a tu hijo y a tu nieto cómo manejé a Egipto y los signos que realicé en medio de ellos. Así sabréis que yo soy Yahvé."
Moisés extendió su cayado sobre el país de Egipto y Yahvé hizo soplar el viento del este sobre el país todo aquel día y toda la noche. Y cuando amaneció, el viento del este había traído la langosta. La langosta invadió todo el país de Egipto y se posó en todo el territorio egipcio; una nube de langostas como no la había habido hasta entonces ni la habría después.