Examples of using "Thee" in a sentence and their spanish translations:
"Benediceré a quienes te bendigan y maldeciré a quienes te maldigan. Por ti se bendecirán todos los linajes de la tierra."
del masivo ejército ruso detrás de ellos.
Allí te daré mi amor.
"Tú mismo procúrate toda suerte de víveres y hazte acopio para que os sirvan de comida a ti y a ellos."
Debajo de un manzano te desperté.
Te deseo un feliz viaje a tu morada.
¿Quién como tú, Yahvé, entre los dioses? ¿Quién como tú, glorioso en santidad, terrible en prodigios, autor de maravillas?
"De ti haré una nación grande y te bendiceré. Engrandeceré tu nombre; y sé tú una bendición."
"Pero te he preservado para mostrarte mi poder y para que se proclame mi nombre por toda la tierra."
No temas, pequeña Vasilisa. Ve adonde has sido enviada. Mientras yo esté contigo ningún daño vendrá a ti desde la vieja bruja.
Él replicó: "¡Por favor, Señor! Envía a quien quieras."
"Di, por favor, que eres mi hermana, a fin de que me vaya bien por causa tuya, y viva yo gracias a ti."
Moisés transmitió a Yahvé las palabras del pueblo. Yahvé dijo a Moisés: Yo me acercaré a ti en una densa nube para que el pueblo me oiga hablar contigo, y así te crea para siempre.
Dalila dijo a Sansón: Dime, te ruego, en qué consiste tu gran fuerza.
"Pero contigo estableceré mi alianza: Entrarás en el arca tú y tus hijos, tu mujer y las mujeres de tus hijos contigo."
Dos veces y tres veces yo te amé antes de conocer tu rostro o nombre.
Él replicó: "¿Quién te ha hecho ver que estabas desnudo? ¿Has comido acaso del árbol del que te prohibí comer?"
Noemí, su suegra, le dijo: "Hija mía, ¿es que no debo procurarte una posición segura que te convenga?"
Observad todo esto como ley perpetua para vosotros y para vuestros hijos.
"Lávate, perfúmate y ponte encima el manto, y baja a la era; que no te reconozca ese hombre antes que acabe de comer y beber."
Entonces se encendió la ira de Yahvé contra Moisés, y le dijo: "¿No tienes a tu hermano Aarón el levita? Sé que él habla bien; además, va a salir a tu encuentro, y al verte se alegrará su corazón."
"Será el consuelo de tu alma y el apoyo de tu ancianidad, porque lo ha dado a luz tu nuera que tanto te quiere y que es para ti mejor que siete hijos."
"He querido hacértelo saber y decirte: Adquiérela en presencia de los aquí sentados, en presencia de los ancianos de mi pueblo. Si vas a rescatar, rescata; si no vas a rescatar, dímelo para que yo lo sepa, porque después de ti soy yo quien tiene derecho de rescate." Él dijo: "Yo rescataré."
"Así pues, vete, que yo estaré en tu boca y te enseñaré lo que debes decir."
Cuando Yahvé te haya introducido en la tierra de los cananeos, como juró a ti y a tus padres, y te la haya dado, consagrarás a Yahvé todo primogénito. Todo primer nacido de tu ganado, si es macho, pertenece a Yahvé.
"Pasa aquí esta noche, y mañana, si él quiere ejercer su derecho, que lo ejerza; pero, si se niega, te rescataré yo, ¡vive Yahvé! Acuéstate hasta el amanecer."
Yahvé le dijo: Anda, baja, y luego subes con Aarón; pero los sacerdotes y el pueblo no traspasarán las lindes para subir hacia Yahvé, a fin de que no irrumpa contra ellos.
Habló entonces Dios a Noé en estos términos: "Sal del arca con tu mujer, tus hijos y las mujeres de tus hijos. Saca contigo todos los animales de toda especie que te acompañan, aves, ganados y todos los reptiles que reptan sobre la tierra. Que pululen sobre la tierra y sean fecundos y se multipliquen sobre la tierra."
Dios le respondió: "Yo estaré contigo y ésta será la señal de que yo te envío: Cuando hayas sacado al pueblo de Egipto daréis culto a Dios en este monte."
Constrúyeme un altar de tierra para ofrecer sobre él tus holocaustos y tus sacrificios de comunión, tus ovejas y tus bueyes. En cualquier lugar donde conmemore mi nombre, vendré a ti y te bendeciré.
Entonces, la hermana del niño dijo a la hija del faraó: "¿Quieres que vaya y llame una nodriza hebrea para que te críe al niño?"
Estando ya próximo a entrar en Egipto, dijo a su mujer Saray: "Mira, yo sé que eres mujer hermosa. En cuanto te vean los egipcios, dirán: 'Es su mujer', y me matarán a mí, y a ti dejarán viva."
Que ellos administren justicia al pueblo en todo momento; a ti te presentarán los asuntos más graves, pero en los asuntos de menor importancia, decidirán ellos. Así aligerarás tu carga, pues elllos la compartirán contigo.
Durante los siete días se comerá pan ácimo y no se verá pan fermentado ni levadura en todo tu territorio.
Honra a tu padre y a tu madre, para que se prolonguen tus días sobre la tierra que Yahvé, tu Dios, te va a dar.
Si compras un esclavo hebreo, servirá seis años, y el séptimo saldrá libre, sin pagar nada.
¿Adónde se fue tu amado, tú, la más bella de las mujeres? ¿Adónde se volvió tu amado, para que lo busquemos contigo?
Hazte un arca de maderas resinosas. Haces el arca de cañizo y la calafateas por dentro y por fuera con betún.
"Ahora, pues, ve: yo te envío al faraón para que saques a mi pueblo, los israelitas, de Egipto."
"Porque si yo hubiera extendido mi mano y te hubiera herido con peste a ti y a tu pueblo, ahora ya habrías desaparecido de la tierra."
Moisés respondió al faraón: "Dígnate indicarme cuándo he de rogar por ti, por tus siervos y por tu pueblo, para que aparte de ti y de tus casas las ranas, y se queden sólo en el Río."
"Aunque labres el suelo, no te dará más su fruto. Vagabundo y errante serás en la tierra."
Moisés respondió: "Mira que no me creerán ni me harán caso, pues dirán: 'No se te ha aparecido Yahvé.'"
"Así pues, si no te creen ni te hacen caso al primer prodigio, creerán al segundo."
Cuando Yahvé te haya introducido en la tierra de los cananeos, de los hititas, de los amorreos, de los jivitas y de los jebuseos, que juró a tus padres darte, tierra que mana leche y miel, en este mes celebrarás el siguiente rito.
Dios pronunció estas palabras: Yo soy Yahvé, tu Dios, que te he sacado del país de Egipto, del lugar de esclavitud.
Pero si no fue intencionado, sino que Dios lo permitió, yo te señalaré un lugar donde podrá refugiarse.
"Enemistad pondré entre ti y la mujer, entre tu linaje y su linaje: él te pisará la cabeza mientras acechas tú su cancañar."
"Y de todo ser viviente meterás en el arca una pareja para que sobrevivan contigo. Serán macho y hembra."
Y la hija del Faraón le dijo: "Toma este niño y críamelo, que yo te pagaré." Tomó la mujer al niño y lo crió.
Y el faraón dijo a Moisés: "Lárgate y no vuelvas a presentarte ante mí, pues si te vuelvo a ver por aquí, morirás."
Yahvé dijo a Abrán: "Vete de tu tierra, de tu patria y de la casa de tu padre a la tierra que yo te mostraré."
Moisés dijo a Yahvé: "¡Por favor, Señor! Yo nunca he sido hombre de palabra fácil, ni aun después de haber hablado tú con tu siervo; sino que soy torpe de boca y de lengua."
Él respondió: "¿Quién te ha nombrado jefe y juez sobre nosotros? ¿Piensas matarme como mataste al egipcio?" Moisés tuvo miedo, pues se dijo: "Ciertamente la cosa se sabe."
"Y ahora, hija mía, no temas; haré por ti cuanto me digas, porque toda la gente de mi pueblo sabe que eres una mujer virtuosa."
Yahvé respondió a Moisés: Pasa delante del pueblo, toma contigo algunos de los ancianos de Israel; lleva también en tu mano el cayado con que golpeaste el Río y vete.
"¿No es cierto que si obras bien podrás alzarlo? Mas, si no obras bien, a la puerta está el pecado acechando como fiera que te codicia, y a quien tienes que dominar."
A la mujer le dijo: "Tantas haré tus fatigas cuantos sean tus embarazos: con dolor parirás los hijos. Hacia tu marido irá tu apetencia, y él te dominará."
¿No te dijimos en Egipto: Déjanos en paz, serviremos a los egipcios, pues más nos vale servir a los egipcios que morir en el desierto?
"Yo estaré allí ante ti, junto a la roca del Horeb; golpea la roca y saldrá agua para que beba el pueblo." Moisés lo hizo así a la vista de los ancianos de Israel.
El suegro de Moisés le respondió: No está bien lo que estás haciendo. Acabaréis agotándoos tú y el pueblo que te acompaña; la tarea es superior a tus fuerzas; no podrás realizarla tú solo.
"De cada especie de aves, de cada especie de ganados, de cada especie de reptiles entrarán contigo sendas parejas para sobrevivir."
"Entonces vendrán a mí todos estos siervos tuyos y, postrados ante mí, me suplicarán: Sal con todo el pueblo que te sigue. Entonces, saldré." Y, ardiendo en cólera, salió de la presencia del faraón.
"Cuando se acueste, mira el lugar en que se haya acostado, vas, descubres un sitio a sus pies y te acuestas; y él mismo te indicará lo que debes hacer."
"Y dirás al faraón: Así dice Yahvé: Mi hijo primogénito es Israel. Por eso, Yo te digo: 'Deja salir a mi hijo para que me dé culto.' Si te niegas a dejarle salir, yo daré muerte a tu hijo primogénito."
Y será para ti como señal en tu brazo y como recordatorio en tu frente, para que tengas en tu boca la ley de Yahvé, porque con mano fuerte te sacó Yahvé de Egipto.
"Espinas y abrojos te producirá, y comerás la hierba del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas al suelo, pues de él fuiste tomado. Porque eres polvo y al polvo tornarás."
"Si no dejas salir a mi Pueblo, enviaré tábanos contra ti, contra tus siervos, tu pueblo y tus casas. Las casas de los egipcios y las tierras onde habitan se llenarán de tábanos."
Moisés respondió: "En cuanto yo salga de aquí, rogaré a Yahvé, y mañana los tábanos se alejarán del faraón, de sus siervos y de su pueblo; pero que el faraón deje de una vez de engañarnos, impidiendo al pueblo salir a ofrecer sacrificios a Yahvé."
Al hombre le dijo: "Por haber escuchado la voz de tu mujer y comido del árbol del que yo the había prohibido comer, maldito sea el suelo por tu causa: con fatiga sacarás de él el alimento todos los días de tu vida."
Jetró, suegro de Moisés, fue a ver a Moisés, con los hijos y la mujer de Moisés, al desierto, donde estaba acampado junto al monte de Dios. Y le dijeron a Moisés: "Está ahí tu suegro Jetró: ha venido con tu mujer y tus hijos."
Así que escúchame; te voy a dar un consejo y que Dios esté contigo. Sé tú el representante del pueblo delante de Dios y lleva ante Dios sus asuntos. Instrúyele en los preceptos y las leyes, enséñale el camino que debe seguir y las obras que ha de practicar.
Yahvé dijo a Moisés: "Extiende tu mano y agárrala por la cola." Extendió la mano, la agarró, y volvió a ser cayado en su mano... "Para que crean que se te ha aparecido Yahvé, el Dios de sus padres, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob."
Allí le dio decretos y normas y lo puso a prueba. Y dijo: Si escuchas atentamente la voz de Yahvé, tu Dios, y haces lo recto a sus ojos, y obedeces sus mandatos y guardas todos sus preceptos, no te afligiré con ninguna de las plagas con que afligí a los egipcios; porque yo soy Yahvé, el que te sana.
"El Río bullirá de ranas; saltarán y entrarán en tu casa, en tu dormitorio y en tu lecho, en las casas de tus servidores y en tu pueblo, en tus hornos y en tus artesas. Las ranas saltarán sobre ti, sobre tu pueblo, y sobre tus siervos."
"Preséntate al faraón por la mañana, cuando vaya hacia el Río. Espéralo a la orilla del Río, llevando en tu mano el cayado que se convirtió en serpiente. Y le dirás: Yahvé, el Dios de los hebreos, me ha enviado a ti para decirte: 'Deja partir a mi pueblo, para que me den culto en el desierto'; pero hasta ahora no has hecho caso."
Y cuando el día de mañana te pregunte tu hijo: "¿Qué significa esto?", le dirás: "Con mano fuerte nos sacó Yahvé de Egipto, de la esclavitud. Como el faraón se obstinó en no dejarnos salir, Yahvé mató a todos los primogénitos en el país de Egipto, desde el primogénito del hombre hasta el primogénito del ganado. Por eso yo sacrifico a Yahvé todo primogénito macho del ganado y rescato todo primogénito de mis hijos."