Examples of using "ديما" in a sentence and their spanish translations:
—¡Soy Dima! —exclamó— ¿Qué pasa, es que tu identificador de llamadas no funciona?
—¿Dima? —preguntó el hombre al que Dima había llamado "Al-Sayib"— Lo siento, no conozco a ningún Dima. Creo que se ha equivocado de número.
-Estoy seguro -Dima sonrió- de que está bromeando.
—En una noche —añadió Dima.
—Gracias —dijo Dima mientras marcaba el número.
- ¿Sabe cuál es el prefijo del Líbano? -preguntó Dima.
–Necesito algo de dinero –dijo Dima con tono avergonzado.
Y así, sin más, el amigo de la infancia de Dima colgó el teléfono, dejando a Dima (como estaba antes) a 99 kopeks de su objetivo.
"De verdad necesito algo de ropa nueva," pensó Dima.
Al probarse el traje, a Dima le pareció demasiado grande.
Metiendo su mano en el bolsillo, Dima sacó una gigantesca maleta.
–99 kopeks –le informó Dima orgulloso– necesito 99 kopeks.
—¡Walakum-us-Salam, Al-Sayib! —respondió Dima— ¿Qué andas haciendo estos días?
—Estoy en una tienda Armani comprándome un traje, por supuesto —respondió Dima.
–Dima... –dijo Al-Sayib– Ésa es la cosa más ridícula que he oído en mi vida.
Para esconderse de la policía, Dima pasó la noche en un contenedor.
—¿Será posible...? —Dima se preguntó— ¿Habré encontrado por fin al Al-Sayib correcto?
—¿Televisión internacional? —preguntó Dima— ¿De qué estás hablando, Al-Sayib?
–¿Acaso los amigos se acuestan con amigos y luego los matan? –preguntó Dima a su vez.
- No se preocupe, -dijo Dima, intentando que la mujer se sintiera más cómoda- no es mía.
Para cuando lo intentó con el 966, Dima había empezado a perder la esperanza.
–Para ser sincero, –dijo Dima– no puedo recordar quiénes eran...
—¡¿Dima?! —Al-Sayib estaba tan sorprendido que dejó caer su Fanta sobre el ordenador, arruinando así su caza de novatos— ¡¿Dima?! ¡¿Eres realmente tú?!
Con el traje puesto, Dima salió del probador y sostuvo que quería comprarlo.
- Quiero decir... Mi vida -dijo Dima- Bueno, hay 3.000.000 BYR en esta maleta.
- Espere un momento, -dijo Dima sacando su teléfono- conozco a alguien que podría prestarme algo de dinero.
—¿Eh? —Dima no lo entendía— ¿Pero tú no eres Al-Sayib? ¿Y no estás bebiendo Fanta y diciéndoles a los novatos que se callen?
—Entiendo... —Dima suspiró— Entonces, lamento la confusión. Disfruta de tu Fanta y que tengas un buen día.
—¡¿Pero dónde estás, Dima?! —preguntó Al-Sayib, cogiendo una toalla para secar la Fanta derramada.
Afortunadamente, había una tienda Armani a la salida del callejón en el que Dima había dormido.
"Con eso parecería un verdadero James Bond " se dijo Dima a sí mismo, y entró en la tienda.
"Bueno..." pensó Dima. "Supongo que no puedo ser quisquilloso en un momento como éste."
- Está bien -rio Dima-, todavía estoy creciendo después de todo. Pronto me quedará bien.
- Pero tres millones es todo lo que tengo -dijo Dima-. Nada más y nada menos.
—¡Eso es todavía peor! —exclamó Al-Sayib— ¡No saben qué hacer contigo, Dima!
- Dima se acostó con 25 hombres en una sola noche, y después los mató.
- Dina durmió con 25 hombres en una noche y después los mató.
Después de escuchar una canción en árabe durante diez segundos, finalmente Dima oyó una voz familiar decir "¡as-salamu alaykum!".
—No... —Dima suspiró— Creo que llamé al país equivocado. Déjeme probar con los otros 960.
–No –respondió Dima–, para ayudarme a comprar este armani. Estoy sucio, ¿recuerdas?
A la mañana siguiente, Dima salió del contenedor, pero sólo para darse cuenta de que toda su ropa ahora olía a basura.
- Bueno, -dijo la dependienta haciéndole una señal a Dima para que la siguiera hasta la caja registradora- entonces son 3.000.000,99.
- De hecho... Yo tampoco lo sé -admitió Dima-. A veces esta historia no tiene ningún sentido.
—¿Qué quieres decir? —preguntó Dima, pero eructó, ya que si hubiera permanecido en silencio esta oración habría sido demasiado simple.
–Novatos –afirmó Al-Sayib–. Si 25 personas fueron asesinadas por ti, Dima, tenían que ser novatos.
—Dima... —suspiró Al-Sayib— ¿Cuánto te está costando esta llamada? Seguro que más de 99 kopeks, novato...
- ¡Pero eso es ridículo! -protestó Dima- ¡Los kopeks no se han visto en años! ¡Y 0,99 ni siquiera es un número natural!
—¿Y bien? —preguntó la dependienta impaciente una vez que Dima hubo terminado la llamada— ¿Ahora todo está listo?
-Tengo muchísima prisa... Por razones que no puedo decir -Dima le respondió a la mujer-. Por favor, sólo déjeme probarme ese traje de ahí.
–¿Novatos? –preguntó Dima con un ligero tono de enfado en la voz– ¡Esto no es un videojuego, Al-Sayib! ¡Esto es la vida real!
—Bueno... —suspiró Dima, entonces se giró hacia la dependienta y le lanzó una mirada asesina— Supongo que ya no tengo elección...
-¿Usted querría comprar un traje? -la dependienta le preguntó a Dima, que trajo al entrar por la puerta el olor de la noche anterior.
- Además, -Dima se aseguró de añadir, sacando su calculadora y dividiendo 0,99 entre 3.000.000 antes de multiplicar por 100- Usted se da cuenta de que sólo perdería el 0,0033%, ¿verdad?
—¡Pero es cierto! —insistió Dima— ¡No me dejarán comprar el traje a no ser que les dé otros 99 kopeks! ¿No me puedes mandar algo de dinero?
—Oh, mucho más —sonrió Dima—. Pero de hecho, ésta es una llamada a cobro revertido. Así que tú eres el novato, porque tú eres el que paga.
—¡Walakum-us-Salam, Al-Sayib! —respondió Dima, aumentando el volumen de su teléfono esta vez, para evitar hacer de ésta una oración duplicada— ¿Qué andas haciendo estos días?
—¡Tu cara está por toda la BBC, Dima! —exclamó Al-Sayib— ¡Dicen que te acostaste con 25 hombres y después los mataste! ¡¿Cómo demonios lo hiciste?!
—Dima, —dijo Al-Sayib severamente— sabes que eres como un hermano hijo de otra madre para mí, pero... engañar a un árabe es imperdonable. ¡Adiós!
Cuando empezaba la segunda temporada, Dima decidió que necesitaba un cambio de imagen y, buscando en el bolsillo de su armani, sacó un par de gafas de sol superguays.
—Era un contenedor grande —dijo Dima—. Y había mucha comida, así que...no era exactamente incómodo. Pero sí, olía peor que el culo de un burro.
—No puedo decir que me guste mucho esa elección —suspiró Dima—. Para ser sincero, mi cabeza ha estado muy confusa desde que me desperté en un contenedor de basura esta mañana.
Mirando a través del escaparate, los ojos de Dima se abrieron de golpe al fijarse en un maravilloso traje negro, y se abrieron todavía más al ver los 3.000.000,99 BYR que costaba en la etiqueta
Metódicamente, Dima lo intentó marcando los números desde el 962 hasta el 965, pero siempre se encontraba con el Al-Sayb equivocado, aunque a todos les gustaba la Fanta y no les gustaban los novatos.
Después de escuchar una canción en árabe durante veinte segundos esta vez (ya que si la hubiera escuchado durante diez segundos ésta sería una oración duplicada), finalmente Dima oyó una voz familiar decir "¡as-salamu alaykum!".
—Las comunidades LGBT de todo el mundo te tratan de "héroe" y dicen que te tendieron una trampa —le explicó Al-Sayib—; pero las agencias del orden público te etiquetan como un asesino despiadado. ¿Cuál de los dos eres, Dima?