Examples of using "Cadde" in a sentence and their spanish translations:
Tom se cayó.
Se desmayó y se cayó de espaldas.
Tom se cayó del caballo.
Él se cayó para atrás.
El anciano se cayó al suelo.
Aquel año la Navidad cayó en sábado.
- Una manzana madura cayó del árbol.
- Una manzana madura se cayó del árbol.
- Ella cayó del árbol.
- Ella se cayó del árbol.
Tom se cayó.
El árbol se cayó.
Cayó al agua y se ahogó.
Una manzana cayó al suelo.
Se desmayó y se cayó de espaldas.
El país cayó en manos del invasor.
Ella se puso enferma, pero se recuperó rápido.
Se cayó al suelo.
Se cayó por las escaleras.
Se cayó por la escalera.
Al caer se hizo daño en la rodilla.
Se cayó al río.
El paciente cayó en un sueño profundo.
La anciana se cayó y se rompió la cadera.
La vasija se cayó al piso y se hizo trizas.
La manzana cayó del árbol.
Una manzana se ha caído del árbol.
El hombre se derrumbó sobre el suelo.
Griselda se cayó del techo.
Tom se cayó al barro.
El mono se cayó del árbol.
Tom se cayó de la silla.
Tom se cayó a la piscina.
Tom se cayó de su bicicleta.
Tom se cayó por las escaleras.
Una manzana cayó al suelo.
Perdió el equilibrio y se cayó.
Se hizo pedazos.
El chico se cayó del puente.
El muchacho se cayó de la cama.
La estantería se vino abajo y todos los libros le cayeron encima a Vasya.
Gran parte del paisaje agreste de España cayó bajo control de las Guerrillas.
Tom perdió el equilibrio y se cayó.
Una hoja seca se cayó al suelo.
Un gran árbol cayó en la tormenta.
Con Masséna asediada por los austriacos en Génova, la defensa del sur de Francia cayó
En 1814, la defensa final de la capital francesa recayó en las tropas de Mortier
El Muro de Berlín cayó en 1990.
Ella se cayó y se rompió la pierna izquierda.
Tom se cayó y se rompió el brazo.
Lo increíble fue que el huevo cayó de una distancia de dos metros y no se rompió.
Una mujer cayó de un barco al mar
Pero fue de día, mientras hacía su trabajo, cuando el biólogo Richard Fitzpatrick fue presa de un erizo enojado.
Constantinopla cayó en las manos de los turcos otomanos en 1453.
Cierto hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de salteadores, que lo desnudaron y lo golpearon y se marcharon dejándolo medio muerto. Por casualidad, un sacerdote bajó por aquel camino. Cuando lo vio, se cruzó al otro lado. Del mismo modo, también vino un levita, y cuando llego al lugar, y lo vio, se pasó también al otro lado. Luego, un samaritano que viajaba, llegó al lugar donde él estaba. Cuando lo vio, sé compadeció del hombre, se acercó a él, vendó sus heridas, echando aceite y el vino sobre ellas. Luego, lo puso sobre su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y lo tomó a su cuidado.