Examples of using "Averlo" in a sentence and their spanish translations:
Él puede haber dicho eso.
Ella negó haberlo encontrado.
Negó haberlo hecho.
Ella no pudo haber dicho eso.
Estoy orgulloso de tenerle como amigo.
Recuerdo haberlo conocido en París.
Gracias por compartirlo.
- Recuerdo haciendo eso.
- Recuerdo hacer eso.
- Recuerdo hacerlo.
- Recuerdo haberlo hecho.
Debo haberlo dejado en el autobús.
¿Están seguros de no haberlo encontrado nunca?
Puedes tenerlo gratis.
Tom le agradeció a Mary por ayudarlo.
Luego de ver esta secuencia varias veces,
No recuerdo haberlo dicho.
No recuerdo haberte prometido eso.
Quizá algunos de Uds. ya se enteraron de esto
- Se me debe de haber olvidado.
- Debo de haberlo olvidado.
Puede que él lo haya visto.
Debo de haberlo perdido.
Puedes tenerlo gratis.
Quizá lo haya visto.
Tom no recuerda haber dicho eso.
Admití que no hice eso.
- Fingiré no haber oído eso.
- Fingiré no haberlo oído.
- Recuerdo haberlo conocido en París.
- Recuerdo haberme encontrado con él en París.
Pero el saber, o pensar que fui yo quien la sembró
Sé que lo tengo aquí por algún lado.
Recuerdo haberme encontrado con él antes en algún lugar.
Y no hay ninguna forma de recuperarlo".
Debe de haberlo hecho ayer.
La única persona que pudo haber hecho esto es Tom.
Sé que lo tengo, pero no puedo dar con él.
Tengo miedo de que se haya perdido.
Él no pudo haber dicho eso.
estoy muy contento de haberlo visto con mi familia"?
Tom negó haberlo hecho.
Él niega haberlo hecho.
Alguien debe haberlo dejado ahí.
Puede que Tom ya lo haya hecho.
No puede haberlo dejado en el aeropuerto.
¿Puedo tenerlo?
- Recuerdo haberla visto.
- Recuerdo haberlo visto.
No encuentro mi boleto. He de haberlo perdido.
Estoy seguro de haberle visto en alguna parte, pero no me acuerdo de quién es.
Le pregunté a Tom si lo podía tener listo a las 2:30.
Estoy bien, ¡gracias por preguntar!
Temo que no lo explicara muy bien.
No hay que vender la piel del oso antes de cazarlo.
Cierto hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de salteadores, que lo desnudaron y lo golpearon y se marcharon dejándolo medio muerto. Por casualidad, un sacerdote bajó por aquel camino. Cuando lo vio, se cruzó al otro lado. Del mismo modo, también vino un levita, y cuando llego al lugar, y lo vio, se pasó también al otro lado. Luego, un samaritano que viajaba, llegó al lugar donde él estaba. Cuando lo vio, sé compadeció del hombre, se acercó a él, vendó sus heridas, echando aceite y el vino sobre ellas. Luego, lo puso sobre su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y lo tomó a su cuidado.