Examples of using "Schicksal" in a sentence and their spanish translations:
Este es tu destino.
Estás tentando al destino.
¡No tientes a la suerte!
llorando a su suerte
Su destino está sellado.
La fortuna es ciega.
Es mi destino.
Este es tu destino.
Tenemos el mismo destino.
Mi destino está en tus manos.
su destino era el mismo
- Le esperaba un terrible destino.
- Un destino atroz le esperaba.
A veces el destino es cruel.
Ella tuvo que aceptar su destino.
Mi destino estaba predeterminado desde aquel entonces.
Tal vez es el destino.
¡No tientes a la suerte!
A veces el destino es cruel.
¿Crees en el destino?
No tientes a la suerte.
Nadie ha evitado su destino aún.
Era su destino morir joven.
Mi destino está en sus manos.
Mi destino está en tus manos.
No quiero tentar al destino.
Los pilotos de prueba desafían constantemente al destino.
Tengo tu destino en la mano.
Él se encomendó sin chistar a su destino.
No hay protección contra el destino.
- Es el destino del hombre sufrir.
- Sufrir es el destino del hombre.
El destino baraja las cartas, nosotros jugamos.
Nuestro destino depende de nuestras decisiones.
Pero tal vez es el destino de muchos planetas
Nadie sabe lo que está escrito en su destino.
Déjame leer tu fortuna en las cartas.
Ella estaba lista para enfrentar su destino.
El hombre no tiene poder sobre su destino.
Él estaba preparado para enfrentarse a su destino.
Ella nunca regresó a ver su ciudad natal.
Hoy tengo una cita con el destino.
El destino baraja las cartas y nosotros las jugamos.
la única especie capaz de determinar su propio destino.
El destino del gobierno se decidió por la noche.
La fortuna se ha vuelto a mi favor.
Es un perfecto ejemplo de un destino cruel.
Ella no tuvo más alternativa que aceptar su destino.
y por eso su suerte inminente no me quita el sueño.
Los destinos no están predeterminados; están en nuestras manos.
Si se activa solo una, el destino de la cucaracha está sellado.
La opinión que uno tiene de sí mismo determina su destino.
Era nuestro destino nunca más dar con ella.
Feliz es el hombre que está contento con su suerte.
Si Dios quiere, nos volveremos a ver.
pero tiene el poder de moldear el destino de nuestro planeta.
Era su destino vivir una vida en la pobreza.
Nos toca a nosotros mismo darle forma a nuestras vidas y destinos
Como muchos otros animales, su fortuna está ineludiblemente ligada a las fases de la luna.
Él sabía qué destino le esperaba.
- La felicidad no es mi destino, es la actitud con la que viajo por la vida.
- La felicidad no es un regalo de mi destino, sino mi actitud hacia la vida.
Siento que tengo cierto control sobre mi destino.
El destino decide quién entrará en su vida, pero usted decide quién se queda.
Pero en 1795, mientras estaba destinado en París con los 21 cazadores, el destino intervino ...
Le temo a la soledad, al futuro, al destino, a creer en algo que me dañe.
Es el destino del hombre sufrir.
La suerte es aquello que el azar nos depara, mientras que la buena suerte es el resultado de aprovechar ese azar con una buena dosis de esfuerzo personal.
Por favor, entienda usted que mi tarea como astrólogo se limita a predecir su destino. Puedo cambiarlo tan poco como el recorrido de los astros.
Cuando una persona normal manda un mensaje en una botella, es sólo una fantasía infantil. Cuando Cristóbal Colón manda un mensaje en una botella el destino de todo un país está en juego.
A veces nuestro destino semeja un árbol frutal en invierno. ¿Quién pensaría que esas ramas reverdecerán y florecerán? Mas esperamos que así sea, y sabemos que así será.
Me volví y vi debajo del sol, que ni es de los ligeros la carrera, ni la guerra de los fuertes, ni aun de los sabios el pan, ni de los prudentes las riquezas, ni de los elocuentes el favor; sino que tiempo y ocasión acontecen a todos.
La felicidad no es mi destino, es la actitud con la que viajo por la vida.
Con el don de la clarividencia en su posesión, Casandra predijo la caída de Troya y, ella misma siendo hija del rey de Troya, trató de advertir a los troyanos, pero nadie le creyó. Esta fue la maldición de Apolo. Y así fue que a Casandra no le quedó otra que presenciar impotentemente cómo el destino seguía su curso.