Examples of using "けれども" in a sentence and their spanish translations:
Y puedo decirles
Él es joven, pero tiene experiencia.
Trabajó pese a estar cansado.
Con todo su alarde, él es un cobarde.
Pero no lo veía como un chico de 17 años,
Pero es importante decirles
Alguien les está hablando, y Uds. están tan ocupados pensando
Estaba cansado, pero siguió trabajando.
No solo la ves, la incorporas.
Así, joven nada más, él es un buen abogado.
Aunque llovía, ella salió.
Mi habitación es un poco pequeña, pero cómoda.
Aunque estaba cansada, siguió trabajando.
Estaba cansada, pero decidió caminar.
Aunque sea joven, él nunca pierde el tiempo.
A pesar de que Bob estaba disfrazado, lo reconocí de un vistazo.
Pese a que era prudente, cometió un error inesperado.
Aunque Jane no es buena corredora, ella puede nadar muy rápido.
No hacía mucho frío afuera a pesar de que estaba nevando.
Comprendo lo que usted dice, pero no puedo estar de acuerdo.
Pobre como era, no pidió prestado dinero a nadie.
Estoy aquí sentado al sol, pero aun así tengo frío.
A pesar de su edad, él es sano y activo.
Me caía a menudo, pero jamás me daba por vencido.
Aunque llovió, todos la pasaron bien.
Respeto lo que dices pero no estoy de acuerdo.
A pesar de su ira, él me escuchó pacientemente.
Tom tendrá apenas dieciséis años, pero se ve como si tuviera más de veinte.
Realicé varias llamadas telefónicas a la residencia del señor Yamada, pero nadie respondió las llamadas.
Pero de repente se mareó y se volvió a sentar en su vieja silla.
Abrió la puerta, aunque le dije que no lo hiciera.
Pero no hay varita mágica para corregir la diversidad e inclusión.
Aunque estaba cansada, trató de terminar el trabajo.
Me agrada él, pero al mismo tiempo no confío realmente en él.
No me opongo a que vayas a trabajar fuera de casa, pero ¿quién se ocupará de los niños?
Estoy sentado al sol, pero aún tengo frío.
Estaba nevando, pero no hacía mucho frío afuera.
Aunque tenía mucho juguetes, su avaricia le hizo querer más.
Asistí a la reunión aunque mi padre me hubiera dicho que no lo hiciera.
Lo amo a pesar de sus defectos.
Y a todos aquellos que nos ven esta noche desde más allá de nuestras costas, desde parlamentos y palacios, para aquellos que se juntan alrededor de las radios en los rincones olvidados de nuestro mundo, nuestras historias son singulares, pero nuestro destino es compartido, y un nuevo amanecer de liderazgo estadounidense está llegando.
Es la respuesta que permite a aquellos a quienes han dicho por tanto tiempo, por tantas personas, de ser cínicos y temerosos y dudosos acerca de lo que podemos lograr, poner sus manos en el arco de la historia y doblarlo una vez más hacia la esperanza de un mejor día.
Estas elecciones tuvieron muchas primicias y muchas relatos que se contarán durante generaciones. Pero una que tengo en mente esta noche trata de una mujer que emitió su voto en Atlanta. Es una mujer parecida a los millones que hicieron cola para hacer oír su voz en estas elecciones, salvo por una cosa: Ann Nixon Cooper tiene 106 años.
Pero siempre seré sincero con ustedes sobre los retos que afrontamos. Los escucharé, sobre todo cuando estemos en desacuerdo. Y sobre todo, les pediré que participen en la labor de reconstruir este país, de la única forma en que se ha hecho en Estados Unidos durante 221 años, bloque por bloque, ladrillo por ladrillo, mano callosa sobre mano callosa.